sábado, 6 de octubre de 2007

¿Cuales son sus consecuencias?



Daños cerebrales:

Incluyendo efectos como la disminución de la memoria.
Envejecimiento prematuro de la piel:

Los consumidores de tabaco poseen menor luminosidad en la piel como consecuencia de la deshidratación. Las arrugas suelen ser más pronunciadas y presentarse prematuramente. Las alteraciones en la mircrocirculación sanguínea favorecen la flacidez.
Alteraciones dentales:

Los dientes se vuelven amarillentos y aparece una mayor predisposición a acumular sarro dental.
Debilitación del cabello, que se vuelve más frágil.
Menopausia precoz en las mujeres
Disminución de la potencia sexual en ambos sexos.
Alteraciones del gusto y del olfato.
Lentitud de reflejos
Sentido irreal de euforia como consecuencia del efecto producido por la nicotina

El Taquismo Mata

Los fumadores tienen más riesgo de morir que los no fumadores. Se estima que por cada 10 cigarrillos que se fuman por día, el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular aumenta en los hombres un 18% y en las mujeres un 31%. El cáncer de pulmón fue la primera enfermedad que se identificó como causada por el cigarrillo.Los fumadores tienen también más probabilidad de padecer cáncer de boca, labios, lengua, laringe, faringe, estómago, páncreas, vejiga y ciertas formas de leucemia. En las mujeres, se asocia con mayor riesgo de cáncer de cuello uterino. El cigarrillo trae consigo también no menos importante, úlceras bucales y gingivitis, las cuáles son culpables de ese amarillo en los dientes que tienen todos aquellos que fuman en exceso.

Que es el Taquismo


Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es una dependencia a la nicotina del tabaco. Esto genera diversas enfermedades en el cuerpo humano, después de que esta sustancia y otras entran al torrente sanguíneo en cada inhalación.

Así, el tabaquismo es una de las principales patologías, que provoca muertes de manera prematura. Cada año, son cientos de miles, los fumadores que mueren. Asimismo, son miles las personas que aspiran, de manera pasiva, el humo que emana de los cigarrillos. Nos referimos a aquellos fumadores pasivos. O sea, las personas que conviven con el humo del cigarrillo, sin necesariamente, fumarlos de manera personal.